Subirá a escena mañana domingo a las 20 en el América Libre, sala que también festeja sus década de trabajo. Allí se estrenó este unipersonal, que pone el acento en el carácter corrosivo de Federic Baldemoore.
Con el estilo bufo y el clown como registros escénicos, el actor Federico Balderrama celebra sus diez años de “La mirada de Otelo”, el unipersonal que lo depositó en la escena marplatense y desde el cual empezó a proyectar su propio trabajo. La celebración es especial para el teatrista: la pieza subirá a escena en el centro cultural América Libre (XX de Septiembre y San Martín) mañana domingo a las 20 (a la gorra), el mismo espacio donde la estrenó y que también está cumpliendo su década de vida para la escena local.
Con la tragedia de Shakespeare como telón de fondo, “La mirada de Otelo” le permitió a Balderrama sacar a relucir a Federic Baldemoore, su alter ego, un personaje bizarro, “colapsado, ordinario” aunque se esconda debajo de cierto refinamiento afrancesado.
“Es un espectáculo super popular pero sin banalizar, no deja afuera al espectador más culto, aunque abarca esos dos universos”, contó a LA CAPITAL el talentoso actor, que está en pleno proceso de escritura de su próximo espectáculo en el que vuelve su Baldemoore, en una visión post apocalíptica y que lleva por título “Después de mañana”.
Baldemoore, que pone “la lupa sobre los lugares más absurdos” y critica a la realidad social y al mundillo teatral, es una respuesta, a su vez, a su manera de entender el teatro. “Para quién hacer teatro en estos tiempos tan veloces y mediáticos, un teatro que no sea para la familia ni para mis compañeros…”, deseó el actor, que este invierno se lució en el rol de Ollín en el infantil “La vuelta manzana”.
Alumno de Pompeyo Audivert, de Carlos Castaño y de otros maestros, Balderrama lleva cien funciones con “La mirada de Otelo”, muchas de las cuales fueron desarrolladas en diversos escenarios de la Argentina.
“En principio la obra surgió como una adaptación clásica, y fue creciendo mucho, sale desde mi y tiene que ver conmigo. Baldemoore recoge mi experiencia en torno a cuestiones racistas o de injusticia que viví”, apuntó y contó que lleva adelante sus personajes desde una “teatralidad gruesa, vital”, casi hiperkinética.
Tragicomedia por excelencia, “La mirada…” es la oportunidad de Balderrama -o Baldemoore- de elegir al bufón para entrar y salir de escena. “Me permite hacer una denuncia y una crítica, el bufón de la época de los reyes decía las cosas más crudas de la manera más simpática posible para que no le cortaran la cabeza, lo manejaba con humor, y eso es inherente a mi”, explicó y anticipó que la de mañana será “una función memorable”.